lunes, 7 de octubre de 2013

HUAORANI

Idioma                               
Huao Tiriro. Estudios lingüísticos han demostrado que no hay congéneres para esta lengua.
Ubicación y Territorialidad



Geopolítica
Se encuentran ubicados en tres provincias de la Amazonia.
Provincia de Orellana, cantón Orellana, parroquia Dayuma; y cantón Aguarico, parroquias Tiputini, Yasuní y Sta. María de Huiririma. Provincia de Pastaza, cantón Arajuno, parroquia Curaray. Provincia del Napo, cantón Tena, parroquia Chontapunta
Territorio tradicional
Su territorio tradicional se extendía sobre un área aproximada de 2 000 000 ha, entre la margen derecha del río Napo y la izquierda del Curaray. Mantuvo la independencia y la defensa de su territorio por medio de acciones guerreras. A partir de 1958, con la presencia permanente del ILV (Instituto Lingüístico de Verano), se inicia la época de contacto con el exterior.
Territorio/tierras legalización

716 000 ha, desde 1990, que corresponden parcialmente a su territorio tradicional. La legalización es global para toda la nacionalidad. Para legalizarlo, una parte de esta extensión fue desmembrada del Parque Nacional Yasuní.

Población y Organización Social
Según el Diagnóstico de la Nacionalidad Huaorani realizado en 1999, la población supera las 2 200 personas. Existen grupos fuera de contacto como los Tagaeri, Taromane y Oñamenane, que viven dentro del territorio legalizado. Actualmente, se encuentran organizados en alrededor de 28 comunidades que agrupan a la población en contacto.

Organización sociopolítica
La unidad básica tradicional o grupo doméstico es el “nanicabo”, constituido por familias ampliadas o múltiples compuestas por un número de seis a diez familias que habitan bajo un mismo techo o “maloca”; estos grupos domésticos son autosuficientes, autónomos y están organizados alrededor de un anciano o anciana de cuyo nombre se deriva el nombre del grupo doméstico. La unidad territorial o grupo local se denomina “huaomoni”, que es la unión de varios “nanicabos”; los “huaomoni” son de carácter endógamo, al interior del cual deben darse los matrimonios entre primos cruzados y las relaciones de alianza.
 Existe una combinación de formas tradicionales con criterios nuevos de asentamiento semi-nuclear. Gran parte de las comunidades están formadas por dos o tres “huaomoni” de diverso origen. Una minoría vive ya sea en “malocas agrupadas” o en “grupos domésticos aislados”.
 Su máximo organismo es el Consejo Byle Huorani, que es la Asamblea de toda la nacionalidad. La Organización mayor de representación externa es la Organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonia Ecuatoriana, ONHAE, conformada a partir de los años 90. La ONHAE es miembro de la CONFENIAE y de la CONAIE.

Economía
Tradicionalmente la nacionalidad Huaorani era nómada; en la actualidad aún persisten las migraciones poblacionales temporales y otras comunidades están sedentarizadas.
Su economía es de subsistencia en huertos temporales, además de la caza, la pesca y la recolección de frutos. El medio natural les provee de recursos para la construcción de viviendas, artesanía y la alimentación. Algunos tienen contacto directo con el mercado, ya sea a través de la venta de fuerza de trabajo a las petroleras como de la venta de sus artesanías.
 En actividades de interés comunal practican la minga.

Turismo 
Areas naturales protegidas y territorios
En su territorio el Estado ha declarado el Parque Nacional Yasuní en el cual se encuentran asentadas las comunidades de Dícaro, Garzacocha, Ahuamuro y Bahuanamo (Cononaco Bameno). No tienen título de propiedad sino un convenio de uso firmado con el INEFAN (hoy Ministerio del Ambiente). El territorio Tagaeri fue declarado Zona Intangible.

Bloques petroleros en su territorio y Problemas Ambientales
En territorio Huaorani existen los siguientes bloques petroleros: PETROECUADOR, Bloque 14 de Vitage; Bloque 16 de Repsol-YPF; Bloque 21 de Kerr MacGee; Bloque 31de Pérez Companc. La nacionalidad Huaorani es la que tiene mayor presencia de empresas petroleras al interior de su territorio lo que determina una gran fragilidad en sus condiciones de reproducción como nacionalidad, sobre todo tomando en cuenta que su proceso de relación con la sociedad nacional es reciente; contactos permanentes se dan desde las décadas del 60 y 70, mediatizadas por el ILV.  

Historia
Llamados peyorativamente "aucas", los waorani han sido conocidos principalmente en relatos de corte misionero. Tradicionalmente, fueron un pueblo de hábiles cazadores y de guerreros, que ocupaban un hábitat básicamente interfluvial. Su economía, organización social y mundo espiritual son modelo asombroso de adaptación continua al medio ambiente selvático.
Hasta fines de la década de 1950, aproximadamente 500 waorani vivían en un territorio de 20.000 km2 que se extendían desde el río Napo al norte, hasta el Villano y Curaray, al sur; los límites oriental y occidental correspondían a los meridianos 76º W y 77º W 30´ respectivamente. Para entonces, autores como Yost, Wallis y Elliot, distinguían cuatro grupos: Guequetari, Piyemoiri, Baiwaorani y Huespeiri. Estos grupos estaban unidos por lazos de parentesco, pero sus relaciones se caracterizaban por su hostilidad y la guerra permanente entre los grupos y desde luego con los extraños a quienes denominaban "cohuori" (no waorani). Las guerras, por lo general, no tenían un carácter conquistador, sino de reproducción del pueblo a través de complejos mecanismos.
En 1958 tuvieron los primeros contactos con el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) y las compañías petroleras y, desde entonces, han sufrido tremendas presiones para "integrarse" a la sociedad nacional. El ILV inició un proceso de agrupamiento de una Zona de Protección de 1605 km2 otorgada por el Estado. La concentración poblacional y el incremento demográfico experimentado por el cese de hostilidades, produjo un aumento de la densidad poblacional y por lo tanto una disminución de los recursos necesarios para su subsistencia. A partir de los años 70, la población se dispersó nuevamente, asentándose en toda la Zona de Protección y fuera de ella. Con la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo (1980-1984), el Gobierno entregó a los waorani 716.000 Has, bajo el sistema de propiedad comunitaria, pero se ha realizado concesiones a compañías petroleras dentro de estas áreas. En la actualidad, la intensa explotación petrolera que se lleva a cabo en su territorio y la apertura de carreteras, han originado numerosos problemas y cambios substanciales en su forma de vida.
A partir de los años 70, la población se dispersó nuevamente, asentándose en toda la Zona de Protección y fuera de ella. Con la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo (1980-1984), el Gobierno entregó a los waorani 716.000 Has, bajo el sistema de propiedad comunitaria, pero se ha realizado concesiones a compañías petroleras dentro de estas áreas. En la actualidad, la intensa explotación petrolera que se lleva a cabo en su territorio y la apertura de carreteras, han originado numerosos problemas y cambios substanciales en su forma de vida.

Vida Cotidiana
Muchos misterios rodean a los waorani, que apenas hace dos generaciones utilizaban hachas de piedra y vivían desnudos en la selva inmensa e impenetrable. Su lengua no presenta vínculo alguno con las de otros grupos amazónicos y aún no está clasificada. Igualmente su cerámica no tiene semejanza con la cerámica actual o antigua de sus vecinos. Tradicionalmente no existían individuos que concentren el poder, a lo más, Jefes situacionales y la limitada autoridad de un hombre sobre una mujer o de un adulto sobre un niño. Según Yost (1985), que realizó una investigación entre los años 74 y 77, es justamente en el aspecto político donde se han producido los mayores cambios por la situación de contacto. Así, la autoridad se ha consolidado y las mujeres han adquirido un papel relevante como intermediarias con la sociedad nacional, debido a los matrimonios con Quichuas.
El águila arpía, majestuosa ave de presa (Harpya arpigia), constituye su símbolo emblemático. Todavía es venerada y admirada, entre otras razones, por su extraordinaria habilidad como cazadora, tanto por su fuerza y velocidad como por su astucia para conseguir presas. Las coronas y los brazaletes de guerra waorani son generalmente adornados con plumas de la arpía, por la protección y fuerza que ofrece esta ave. Cuando un wao posee una arpía, la alimenta y respeta como una divinidad. Esta ave se encontraba hace 3.000 años entre los dioses de los Olmecas y también en la cultura Chavín del Perú. Hoy está presente en varios grupos amazónicos.
Históricamente, los wao han sido conocidos como "aucas", término peyorativo que en idioma quichua significa "gente bárbara y salvaje", debido a su agresividad entre los diferentes grupos wao, como con los otros grupos indígenas, colonos y misioneros "blancos". El modo de vida wao se caracterizaba por sus constantes expediciones guerreras. Vivían en lugares inaccesibles, lejos de los ríos, y tenían gran habilidad para movilizarse. Dotados de una excelente condición física, debido a un régimen alimenticio rico en proteínas, al ejercicio físico constante y a la ausencia de contacto con el occidente, contaban con la caza más que con cultivos para alimentarse, aunque mantenían sembríos de yuca en diferentes lugares a la vez.
En la organización social permitían la poligamia (poliginia y menos frecuentemente la poliandria) cuando surgía algún desequilibrio demográfico debido a una matanza tremenda. Tienen los lóbulos de las orejas perforados, formando un gran orificio en el que colocan un disco ontoka de madera liviana, distintivo de los wao. Toda su vestimenta consistía en un cordón de algodón silvestre komi que rodeaba la cintura y mantenía el pene hacia arriba. Para un wao no llevar el komi es estar desnudo e inerme, ya que el cordón representa poder y energía. Las mujeres y los niños también llevan uno, pero más fino.
La onka, su casa tradicional, abriga de 10 a 15 personas de una misma familia, es espaciosa y refleja claramente su sentido práctico. Su vida social se caracteriza por la ausencia de jerarquías y por la repartición natural de tareas, sin que jamás nadie de órdenes. "A pesar de los diferentes papeles relacionados con el sexo, se puede observar que la igualdad entre hombre y mujer es un rasgo determinante de los waorani" .
Los hombres se encargan de cazar, abrir claros de selva para las huertas, proteger la familia y preparar armas para la guerra. Las mujeres cultivan, cocinan, cuidan de los niños y fabrican objetos de la vida cotidiana. La "fiesta de la chonta" es la reunión social más importante y propicia para la realización de matrimonios. La pareja es empujada por sorpresa a la hamaca, se les canta una bellísima canción, en la que comparan a la joven pareja con un par de papagayos azules y dorados, que vuelan alto en el cielo, siempre juntos y enamorados.
Actualmente, su estrategia productiva se relaciona con actividades de auto-subsistencia, es decir cultivo de chacras, cacería, y pesca, pero además se dedican a actividades que les proveen de ingresos monetarios tales como turismo y trabajo asalariado en compañías petroleras. Algunas familias waorani, además de las actividades de turismo, de la producción de cultivos, y de la cacería, se dedican a la producción artesanal utilizando recursos naturales para su confección. Esta es una actividad, que gracias a los recursos que utiliza, así como su originalidad, está ganando espacio en el mercado a nivel nacional e internacional. Estos productos son altamente valorados por el reconocimiento a las culturas indígenas y en especial a la cultura waorani, que ha sido promovida en los últimos años.
Los Tagaeri, últimos waorani libres
A diferencia de los otros grupos wao, los Tagaeri hasta hoy no permiten que nadie se acerque a ellos, prefiriendo vivir aislados, como lo han hecho por siglos. El único intento de 'contacto' fue llevado a cabo el 21 de julio de 1987 por Monseñor Alejandro Labaca y la Hermana Inés Arango, ambos de la Misión Capuchina. Sus objetivos: evangelizarlos y obtener su cooperación para el ingreso de las compañías petroleras a su territorio.
Tal intento les costó la vida a los dos. Los Tagaeri abandonaron sus casas y se hundieron en la espesura del bosque, siguiendo la tradición waorani de vivir en total 'simbiosis' con la selva, lo que les ha permitido sobrevivir a través de milenios. Nadie volvió a saber de ellos, hasta 5 años después, cuando desde una avioneta fue vista una casa, en cuyo alrededor se colocaron los tagaeri en posición de guerra, levantando sus lanzas afiladas de chonta.

Turismo Huaorani
Los últimos huaorani apuestan al turismo sustentable. Es la oportunidad que cinco comunidades tienen para mejorar sus condiciones de vida.
Al tigre americano o jaguar se lo ubica en toda Sudamérica; pero, su espíritu habita en la Amazonia ecuatoriana. Como ese felino selvático que marca su territorio, un grupo de los 3.000 últimos huaoranis está decidido a defender lo suyo.
A diferencia de sus antepasados que usa­ron lanzas y cerbatanas para mantener su ais­lamiento hasta 1958, por lo que se los identificó como una nacionalidad “temible”, hoy su arma es el turismo socialmente responsable. Su pro­pósito es doble: mejorar su condición de vida y, al mismo tiempo, lograr el equilibrio entre medio ambiente, comunidad y turistas.
Pero, el camino no ha sido fácil. Las 716.000 hectáreas que les pertenecen desde 1990, ubicadas en Napo, Orellana y Pastaza, fueron parte del Parque Nacional Yasuní donde se estima una producción diaria de hasta 180.000 barriles de petróleo.
En 1993, la empresa estadounidense Maxus compró los derechos de la explora­ción de los bloques 16 y 22 en esa zona. Ese episodio de la historia petrolera del país empujó a cinco comunidades a una lucha que lleva casi dos décadas.
Con apoyo de Andy Drumm, director de Tropical Ecological Adventures, un equipo de la cadena televisiva NBC llegó al río Shi­ripuno donde representantes de los huaorani acordaron que el turismo sustentable sería una de las posibilidades para garantizar el respeto a su territorio y sus costumbres.
Hoy a las orillas de ese mismo río, en la provincia de Napo, se levanta Huaorani Ecolodge que el año anterior recibió a 187 turistas extranjeros quienes cambiaron la televisión por cable o los juegos de salón de un hotel por una experiencia única: un viaje guiado por huaoranis en la profundidad de la Amazonia, el océano verde que cubre el 40 por ciento de la región sudamericana.




TURISMO COMUNITARIO :
Este pueblo participa activamente del manejo y conservación de un gran territorio dentro del Parque Nacional Yasuní y trabaja para mantener sus tradiciones y preservar los recursos naturales de sus tierras. Uno de los principales atractivos es visitar la esta comunidad y compartir con las familias sus actividades diarias de cosecha y preparación de alimentos y bebidas tradicionales.

El recorrido por la selva es dirigido con un guía nativo Añangu, experto en los secretos de la selva, y de un guía naturalista bilingüe, con grandes conocimientos en biología del bosque tropical. Ambos acompañan a los visitantes en excursiones diseñadas de acuerdo a condiciones climáticas, tiempos e intereses de los grupos. Se puede visitar los saladeros de loros, la laguna con dos arroyos, acudir a torres de observación, realizar caminatas, practicar observación de aves y disfrutar de flora y fauna única en el mundo.

16 cabañas de lujo con vista hacia el lago y la selva, acogen entre 32 y 48 personas. Las construcciones mantienen la arquitectura nativa tradicional con un etilo moderno al interior. Se puede llegar vía aérea (30 minutos) o vía terrestre (9 horas) hasta Coca y luego tomar una canoa por el Río Napo durante aproximadamente 2 horas.

El Napo Wildlife Center incluye la conservación de más de21.400 hectáreas de la selva tropical más primitiva del Amazonas, en el Parque Nacional Yasuní, una importante Reserva de la Biósfera de la UNESCO y la mayor extensión de bosque tropical en Ecuador.


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