Planicies, cimas y llanuras de tierra, arena y miel que se extienden desde el océano Pacífico hasta las estribaciones de los Andes —aradas y cuidadas por hombres y mujeres de todos los rincones del Ecuador— son la invitación inicial para enamorarse de la Costa ecuatoriana.
Esta región del país comprende siete provincias, desde Esmeraldas al norte hasta El Oro en la frontera con el Perú. En medio se ubican Manabí, Santo Domingo, Los Ríos, Guayas y Santa Elena. Guayaquil
—la ciudad más poblada del país y un centro económico principal— es el
eje comercial, cultural, político y demográfico de la Costa.
El clima húmedo y caluroso durante todo
el año cubre a esta región, que tiene un paisaje muy diverso que van
desde los verdes manglares esmeraldeños hasta los bosques secos
tropicales del litoral manabita. Algunos de los platos más
representativos de la gastronomía ecuatoriana como el ceviche y el
encocado provienen de esta región.
Playas, ensenadas, acantilados, sabanas,
ciudades históricas y polos industriales, entre otros, son
características de la Costa. Gradualmente hacia el este, la región se
fusiona con una imponente muralla natural: la Cordillera de los Andes, lugar que acoge a los pueblos y costumbres de la Sierra ecuatoriana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario