Idioma
Kichwa y Castellano (segunda lengua)
Geopolítica
Se encuentran en la provincia de
Imbabura, en los siguientes cantones:
Cantón Otavalo, en la parroquia urbana de Otavalo y en las parroquias rurales
de El Jordán, Eugenio Espejo (Calpaquí), San Juan de Ilumán, San Luis, San
Rafael, Miguel Egas Cabezas (Peguche), González Suárez, San José de Quichinche,
San Pablo; cantón Cotacachi, parroquias El Sagrario, Imantag, Quiroga, San
Francisco; cantón Ibarra: parroquias Ibarra, Sagrario y Ambuquí y cantón
Antonio Ante, parroquias Andrade Marín, San Francisco de Natabuela y San Roque.
En la Provincia de Imbabura,
además de los los Otavalo, se encuentran los Natabuela, Karanqui, Kayambi que
forman todos ellos parte de la nacionalidad Kichwa. Existen sin embargo
comunidades que aún no han definido su pertenencia en tanto pueblos, ya sea
porque se encuentran en proceso de definición o porque han optado por la
identificación general como nacionalidad Kichwa.
Territorio/Tierras - Legalización
Sus tierras se encuentan en proceso
de legalización.
Población y Organización Social
La población se halla organizada
en alrededor de 157 comunas Kichwa-Otavalo. Con el auge turístico y el
desarrollo artesanal y comercial logrado en las últimas décadas, se consolida
una presencia urbana significativa principalmente en la ciudad de Otavalo. Esta
población al igual que aquella que se encuentra articulada al comercio en el
exterior, mantiene en su mayoría nexos con sus comunidades de origen como un
factor fundamental de reiteración de su identidad y de su sentido de
pertenencia.
Organización sociopolítica
Al igual
que el conjunto de pueblos de la nacionalidad Kichwa, los Otavalo se encuentran
organizados, en su mayoría, en comunidades; unas relacionadas fundamentalmente
con actividades agropecuarias, otras de tejedores y comerciantes. La familia es
monogámica; sin embargo, debido a la actividad comercial que realizan en el
ámbito nacional e internacional han adoptado otras formas de organización
familiar por contrato o unión libre. Los procesos de lucha por la tierra, así
como la cada vez mayor diversificación económica conllevó al desarrollo de
distintas formas organizativas urbanas, rurales, de comunidades, de
estudiantes, de artesanos, locales, cantonales y provinciales.
Las organizaciones de segundo
grado presentan diversas articulaciones a procesos regionales y nacionales.
Unas organizaciones, como la FICI
pertenecen al ECUARUNARI y a la
CONAIE; otras, como la UNORCAC, a la FENOCIN; y otras, como las organizaciones de
artesanos y comerciantes de Otavalo, se mantienen independientes. Existen,
además, las asociaciones agrícolas, artesanales, cooperativas de ahorro y
crédito, etc.
Las formas de organización
política de los Otavalos son los Preconsejos de Cabildos, Cabildos y Consejo de
Cabildos.
Economía
La economía de los Otavalos es,
prioritariamente, el comercio, nacional e internacional de los productos
artesanales, la música, el turismo; en pequeña proporción se dedican a la
agricultura. Producen la cerámica en Rinconada y la cestería en Rumipamba.
Los Otavalo tienen una larga
tradición comerciantes; antiguamente a los mercaderes se los denominaba
"mindaláes", desarrollaban su actividad bajo el control cacical y
estaban sujetos al pago de tributos en oro, mantas y chaquira de hueso blanco.
Si bien los mindaláes constituían una élite especializada en el comercio e
intercambio, el resto de la gente también comercializaba e intercambiaba
productos para satisfacer sus necesidades. Otra particularidad es la de ser tejedores. Si
bien todos los pueblos indígenas habían desarrollado el conocimiento textil, la
mayoría de ellos se limitaba a producir para el autoconsumo; por el contrario,
la actividad textil es la principal fuente de ingresos, desde el mercado, del
pueblo Otavalo. Existe una gran cantidad de tejedores que utilizan talleres
artesanales, pero últimamente existen también familias que tienen fábricas
modernas, lo que ha incrementado la productividad; además se ha introducido
fibras sintéticas en lugar de lana de oveja y diseños no tradicionales,
especialmente en la producción destinada al mercado nacional e internacional. El pueblo Otavalo es esencialmente migrante
pero con profundas raíces de pertenencia a su territorio. Su apertura al comercio nacional e
internacional lo ha colocado como uno de los pueblos con mayor prosperidad
económica en el país. El proceso migratorio se inicia en los años de 1944, a Colombia; en los 50 a Perú, Chile, y Venezuela;
luego a Brasil y Panamá; en los años 60 y 70 su destino fue El Caribe, Curazao,
Aruba, Santo Domingo, Puerto Rico, Islas San Andrés, Norteamércia y Europa. En
los últimos años, algunos comerciantes viajan a países del Asia, principalmente
a Corea, y a Australia. En la mayoría de estos países conforman colonias de
otavaleños. Actualmente se puede afirmar
que los Kichwa Otavalo ofrecen los productos textiles, así como sus
manifestaciones culturales (música y danza) en casi todo el mundo.
En su autodiagnóstico (ver
bibliografía) los Otavalo proponen algunas hipótesis sobre el desarrollo
peculiar de su economía: · Factores de carácter histórico: su tradición como
mindalaes y tejedores;
· Factores relacionados con las
particularidades del ser Kichwa-Otavalo: orgullo étnico - cultural; sentido de
independencia muy profundo; control indígena del ciclo productivo y del
mercado; capacidad de adaptación; mentalidad innovadora.
En sus palabras, el proceso
histórico de su desarrollo es el siguiente:
“A finales del siglo pasado e
inicios del presente, la producción artesanal, junto con la crianza de animales
permitió que muchas de nuestras familias fueran accediendo (por la compra) poco
a poco a la tierra, demostrando así, un gran sentido para asegurarse mejores
condiciones de subsistencia y libertad. Nuestro
pueblo... siempre vio en la artesanía una alternativa de sobrevivencia y ha
hecho de ella la base fundamental de nuestra economía en los actuales días.
Pero no solo de la economía. En diferentes momentos de nuestra historia, la
artesanía nos ha permitido acceder a algunos recursos que nos han asegurado,
cada vez mayor libertad, aspecto fundamental que nos ayuda a entender y
explicar el relativo éxito económico alcanzado por nuestro pueblo.
A finales de la década de los
setenta se comienza a experimentar el inicio del auge en la producción y comercialización
de artesanías, provocándose una masiva tendencia a viajar al extranjero en la
perspectiva de la comercialización de artesanías.
En la década de los ochenta, la
música se constituye en una actividad económica importante. Algunos grupos de música
comienzan a viajar al extranjero, principalmente a países de Europa y
Norteamérica. El éxito económico alcanzado por los primeros grupos de músicos,
incentivó a muchos otros que se fueron multiplicando en todas nuestras
comunidades. Se experimenta un proceso de profesionalización de músicos y una
consolidación de la profesión musical como fuente de ingresos".
Identidad
“Hemos
experimentado profundos cambios en nuestra cultura, en todos los niveles. Hemos
perdido elementos fundamentales de nuestra espiritualidad, de nuestra relación
con la tierra, de nuestras formas de organización socio - económica, etc.
Nuestra originalidad, creatividad y conocimientos tradicionales han tenido que
ceder paso a las exigencias del mercado. En ese sentido, los cambios culturales
son profundos y no tenemos idea de la pérdida experimentada. En una sociedad
capitalista no nos ha sido posible estar al margen de los cambios y
transformaciones y sus consecuencias, tanto más cuanto nuestra economía está
estrechamente relacionada con el mercado internacional, cuando tenemos que
luchar en sociedades y culturas diferentes de quienes, consciente e
inconscientemente, recibimos influencias de todo tipo. Pero hay un aspecto muy importante que
queremos destacar. En las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, nuestros
padres vivían en condiciones de opresión social muy difíciles, su economía era
todavía de subsistencia, basada en la producción y comercialización de
artesanías, no veían mayores alternativas de progreso socio - económico. Una de las soluciones para salvar a sus hijos
de la opresión y discrimen social y de ofrecerles mejores
"oportunidades" fue la de criar a sus hijos vestidos como
"mishus". Este es el caso de algunas familias que en el proceso que
hemos descrito, habían decidido fijar su residencia en las ciudades,
fundamentalmente en la ciudad de Otavalo.
Si bien esta decisión permitió
que los "mishutucushca" (hecho el blanco-mestizo) vivieran una
situación de menor discrimen y opresión, .. sin embargo experimentaron un
terrible conflicto de identidad en un contexto en el que, desde las
comunidades, fundamentalmente de Peguche, se venía adelantando un proceso de
fortalecimiento cultural, y a nivel nacional se estaba experimentando un
proceso de organización indígena que planteaba reivindicaciones como pueblos
indígenas. Así, en los años setenta, en
la comunidad de Peguche se desarrolla una profusa actividad cultural, tanto de
rescate, de revalorización, de defensa y difusión de la cultura Kichwa -
Otavalo. En Peguche se organizan los primeros grupos (Rumiñahui, Peguche, Ñanda
Mañachi, Indoamérica, Taller "Causanacunchic") de música, danza,
teatro que desarrollan un trabajo orientado a lograr lo anotado anteriormente,
pero además como medios de denuncia y concientización. La influencia de Peguche
en este sentido es fundamental y decisiva en la solución al conflicto de
identidad que venían experimentando los "mishutucushca".
Fue el relativo éxito alcanzado
en el extranjero, como artesanos y como músicos, en tanto indios, es decir con
identidad explícita de Kichwa-Otavalo, (conjuntamente) con un creciente
desarrollo educacional y una mayor participación de la juventud en la lucha por
la reivindicación cultural, (lo que) genera un ambiente en el que el ser indio
pasó de ser un hecho que debía ocultarse a un factor de orgullo y de
reivindicación fundamental. La mayoría
de los mishutucushca, reivindicando sus raíces, asumieron nuevamente su
identidad como Kichwa-Otavalo. Retomaron físicamente su vestimenta, se dejaron
crecer la trenza y, lo más importante, fortalecieron sus vínculos con la
familia y las comunidades de donde provenían sus padres. En la actualidad, no se observa familias con
tendencia a criar a sus hijos como mishus y se observa mas bien que en parejas
- que son muy pocas - de indígenas casados con extranjeras, los hijos son
criados como indios, iniciando por su inscripción con nombres Kichwa en el
Registro Oficial.
El orgullo étnico - cultural que
se experimenta en nuestro pueblo refuerza el desarrollo de nuestra economía y
viceversa, la economía ha permitido profundizar nuestro orgullo. Nosotros somos
conscientes de nuestro pasado, de la gran capacidad de resistencia de nuestros
padres y vemos en nosotros, la generación sobre la que pesa el gran reto de proyectar
a nuestro pueblo hacia el futuro”.
TURISMO COMUNITARIO :
Duración: 4 días / 3 noches
Itinerario
Día 1: Pijal – Cascada la Rinconada
Arribo y bienvenida a la comunidad – caminata (1 hora) hacia
la cascada la Rinconada que nace del cerro San Francisco –
almuerzo en las cabañas ubicadas en las faldas del cerro San
Francisco – retorno a la comunidad.
Cena
Noche cultural y alojamiento
Día 2: Pijal – Lago San Pablo
Desayuno
Por la mañana saldremos a recorrer el Lago San
Pablo – recorrido en bote donde compartirán de
cuentos y leyendas del origen del Lago San Pablo
– retorno a la comunidad – almuerzo elaborado
con productos de la zona (seguridad alimentaria)-
explicación y enseñanza de bordados – charla con
las parteras y shamanes de la comunidad .
Cena y alojamiento
Día 3: Pijal – Lagunas de Mojanda
Desayuno
Visita a las lagunas de Mojanda (Trekking) donde podrán
observar bellos paisajes, flora y
fauna típico de la zona de páramo – refrigerio – retorno a
la comunidad – tarde libre para
compartir con miembros de la comunidad y actividades varias
(preparación de alimentos,
elaboración de artesanías, practica con instrumentos
musicales, agricultura).
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